A partir de un confuso incidente, las vidas de Christian y Satine se unen inesperadamente resultando en un impetuoso e inmediato enamoramiento, producto de las frases poéticas que él cantará para ella a solas, al momento de presentar a Satine la obra con la cual debutará y se convertirá finalmente en una gran actriz, creyendo ella que su entrevista es con el adinerado inversionista y no con el novel e inexperto escritor. Con la sencilla y efectiva premisa de la lucha por el amor imposible, argumento universal bastante trillado, evoluciona esta historia que sin embargo no tarda en atraparnos desde el primer instante a través de su secuencia de créditos de apertura y el recuento de un final devastador que pondrá en perspectiva la fatal historia que nos será narrada.
La película cuenta con muchos aspectos a su favor y que la enaltecen a lo largo de todo el metraje; dos horas de derroche visual, talento actoral, acertadas secuencias musicales y un guión consistente en constante crecimiento. La línea narrativa nos permite identificar y conocer a los personajes, hechos y emociones que envuelven la historia y que de manera ágil, se presentan ante el espectador a partir de piezas hilarantes y excéntricas que nos ubican en el montaje de una tragicomedia desarrollada al más puro estilo de los sitcoms norteamericanos; pero a medida que transcurre el film, los personajes y situaciones se tornan densos hasta desembocar en una poderosa pieza dramática cargada de una demoledora emotividad y profundas interpretaciones.
Es apenas lógico imaginar que la música sea el hilo conductor de esta historia y sin lugar a dudas es el mayor de los aciertos, pues concebir Moulin Rouge sin el ingrediente musical le habría restado fuerza e impacto a la trama. El arte y la cultura pop contemporánea se fusionan con las ideas bohemias del París de principios del siglo XX, para dar vida a una banda sonora llena de ímpetu, colorido y lirismo mágico.
Temas clásicos del período comprendido entre los 60’s y 90’s son expuestos a partir de mezclas con el jazz, el tango, el pop y acertados arreglos entre el rock y algunas tonadas electrónicas que en conjunto recrean una pieza musical poderosa que atrapa de principio a fin.
La labor técnica realizada en la puesta en escena resulta impecable: arte y diseños de producción exquisitos, coloridos y que nos sumergen completamente en la historia y la época en que se desarrolla; a través del vestuario, maquillaje y peinados nos muestran las marcadas diferencias entre clases sociales, culturales, ideológicas y emocionales; la edición, fotografía e iluminación concebidas en conjunto y puestas en absoluta disposición del film para contar la historia a partir de la atmósfera, el ritmo, la cadencia y elocuencia poderosamente logradas en cada plano, capaces de narrar con cada secuencia, ubicar en contexto y atrapar por completo al espectador.
El elenco realiza un excelente trabajo a partir de su talento actoral y vocal, construyendo excelentes personajes de gran carisma, excentricismo y profundidad humana. Una espléndida Nicole Kidman que demostró su calidad histriónica a partir de los matices que Satine le permitió explorar y en los que supo ahondar con fuerza y credibilidad; Ewan McGegor derrocha talento en cada escena y bordea con convicción a un Christian entrañable y sufrido; Jhon Leguizamo, Jim Broadbent y Richard Roxburg, actores que dan peso y secundan a los protagonistas, sosteniendo conjuntamente un producto del que salen airosos y demostrando una gran presencia escénica.
Por último, la particular visión teatral del director completan en su totalidad la espectacularidad de la película que construye por actos, tal y como en la historia se diseña la obra con la que Satine realizará su sueño de actriz y Christian de convertirse en escritor, dando rienda suelta a los sentimientos y un sin fin de emociones magistralmente enmarcadas con el sello Lurhman, quien dota la cinta de un aire mágico, sublime, sensible y profundamente onírico.
Una historia que habla sobre la verdad, la belleza, la libertad, pero sobre todo… del amor.
The show must go on… claro está, tomando en cuenta una película como ésta. Magistral. Excelente. Soberbia.
Título en Español: Moulin Rouge: Amor en Rojo
Dirección: Baz Luhrmann
Guión: Baz Lurhmann y Craigh Pearce
Año: 2001
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